Reducción de pecho
La reducción de pecho también se conoce como mamoplastia de reducción y es un procedimiento que se realiza en quirófano bajo anestesia general y su propósito es lograr que las mamas sean más pequeñas y que queden proporcionadas al resto del cuerpo.
Este es un proceso que se realiza mediante la extirpación de grasa, piel y tejido mamario, en este caso también se puede reducir el tamaño de la areola.
Este es un procedimiento que dura entre 2 y 4 horas y que por lo general requiere requiere de 12 a 24 horas de hospitalización, según lo indique el cirujano.
Antes de la cirugía se recomienda un estudio mamográfico para mujeres mayores de 40 años o con un historial médico donde el cirujano podrá explorará la situación de los pechos, el cirujano podrá evaluar en la consulta el tamaño y la tersura de la piel para determinar cuáles son las técnicas que se utilizarán en cada caso en este momento se definirá la forma de las mamás y el tamaño.
La reducción mamaria se realiza por razones estéticas pues las mujeres que tienen pechos demasiado grandes pueden sentir dolor en la espalda y en el cuello, además no es un busto que se ve proporcionado y armónico al resto de su cuerpo. Es por eso que en algunos casos las mujeres buscan tener un cuerpo proporcionado y evitar este tipo de dolencias.
Preparación para una reducción de pecho
Antes de la operación la paciente tiene que someterse a un examen médico general para certificar que no tiene problemas para someterse a una operación que requiere una anestesia general. Si la paciente es fumadora debe dejar de fumar al menos por 4 semanas antes del día de la cirugía y si está consumiendo algún tipo de medicamento también debe detenerlo sobre todo si se trata de anticoagulantes.
Después de la intervención quirúrgica la paciente será evaluada por el cirujano y este determinará si debe quedarse en el hospital por al menos una noche. La recuperación total en este tipo de cirugía puede durar de 1 a 2 semanas y la paciente volverá a su vida normal paso a paso.
Es normal después de la cirugía sentir leves molestias en los pechos y por eso el médico administrará algunos analgésicos. Después de la operación y durante la recuperación la paciente debe evitar esfuerzos y tomar sol. No está prohibido conducir y deberá dormir con la cabeza y la espalda un poco elevadas aunque se puede poner un poco de costado variando la posición.
Es probable que el cirujano recete algunos antiinflamatorios que deberán administrarse por unos pocos días.
Los edemas que se producen después de una cirugía de reducción de pecho se pueden ver durante varias semanas pero esto no es síntoma de alarma, también es normal que salga un poco de líquido a través de las incisiones las mamás que pueden doler mucho e hincharse.
Para facilitar y ayudar al proceso de cicatrización durante algunas semanas o incluso meses se tendrá que evitar cualquier práctica deportiva y actividades físicas intensas que puedan dañar la cirugía, incluso está limitada o prohibido en su totalidad la actividad sexual. La forma definitiva de los pechos se verá en unos meses después de la intervención y las cicatrices siempre serán visibles.
La cirugía de reducción de pecho al igual que cualquier otra cirugía puede producir complicaciones pero si se usan técnicas adecuadas y se ponen en manos de un cirujano plástico experimentado el riesgo reduce considerablemente.
Algunas de las causas por las que las mujeres realizan una cirugía de reducción de pecho son dolor de espalda y del cuello debido al excesivo peso que producen las mamás, irritación de la piel por causa de la humedad y la fricción de las mamás contra el tórax y en algunos casos también se producen problemas respiratorios.